Cita con un ángel que plantó cara al nazismo
El Ángel del Gueto de Varsovia no es un personaje mitológico, es el sobrenombre con el que se conoció a Irena Sendler, excepcional mujer que salvó a dos mil 500 niños judíos
Dai Liem Lafá Armenteros / Servicio Especial de la AIN
El Ángel del Gueto de Varsovia no es un personaje bíblico ni mitológico. Es el sobrenombre con el que el mundo conoció a Irena Sendler, excepcional mujer que le plantó cara a la despiadada Alemania nazi, y logró salvar a dos mil 500 niños judíos clandestinamente de una muerte segura en ese centro de exterminio implantado en la Polonia ocupada.
Enfermera de profesión, encabezó un grupo de 20 féminas que desde 1940 y hasta 1943 arriesgaron sus vidas para socorrer a esos infantes, escondiéndolos en el seno de familias polacas, conventos y orfanatos.
La Segunda Guerra Mundial entonces devastaba a Europa, signada por el apetito imperial y la embriaguez de poder del dictador Adolfo Hitler y sus huestes fascistas, e Irena consiguió una autorización para trabajar en el gueto varsoviano como especialista de alcantarillado y tuberías.
La ocupación era solo un pretexto para su arriesgada tarea. Pasaba a los niños pequeños escondidos en el fondo de su caja de herramientas, y llevaba un saco en la parte de atrás de su camioneta para ocultar a los de mayor tamaño.
También la acompañaba un perro al que entrenó para ladrarles a los soldados nazis cuando salía y entraba, ardid ideal para ahuyentarlos.
Así pudo sacar a miles de pequeños hasta que la atraparon. Los alemanes la sorprendieron y el 20 de octubre de 1943 fue detenida y llevada a la prisión de Pawiak, donde fue brutalmente torturada. Sin embargo, nunca consiguieron que Irena revelara dónde estaban los pequeños.
Mantenía un registro de los nombres de todos aquellos que salvó, y lo guardaba en un frasco de cristal enterrado bajo un árbol en su jardín.
Al terminar el conflicto bélico, intentó localizar a los padres que pudieran quedar con vida y reunir a las familias, pero la mayoría había perecido en la cámara de gas. Los niños sobrevivientes encontraron amparo en casas de acogida o fueron adoptados.
Irena, el Ángel del Ghuetto de Varsovia, nació 15 de febrero de 1910 y murió en 2008 a los 98 años.
Y, precisamente, el repudio a tal genocidio es razón más que suficiente para marcar en el calendario una jornada dedicada a sus víctimas. La resolución 60/7 de la Organización de Naciones Unidas (ONU) proclama que el 27 de enero de cada año se conmemora el Día Internacional en memoria de las víctimas del holocausto.
En esa fecha del año 1945, el ejército soviético liberó al mayor campo de concentración de exterminio nazi que existió, ubicado en Auschwithz-Birkenau, también en Polonia.
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